Se realizó el cierre del programa Las infancias y adolescencias dicen, una instancia que reunió aportes de niñas, niños, adolescentes y organizaciones del departamento para construir una hoja de ruta con prioridades claras para las nuevas generaciones.
En la actividad participaron autoridades junto a niños, niñas y adolescentes de la Plataforma Infancias y Adolescencias (PIAs). Durante la jornada, los integrantes de la plataforma llevaron adelante juegos interactivos y realizaron entrevistas a la directora general de Desarrollo Humano, Gabriela Garrido, y al responsable del Área de Infancia y Adolescencia, Jonathan Lamancha.
Garrido destacó que el compromiso institucional se basa en “un profundo criterio de respeto a lo que es la Convención de Derechos del Niño y el Adolescente, que Uruguay ha suscrito, en cuanto a que los niños y adolescentes son realmente agentes de cambio y tenemos que escuchar sus voces”. Subrayó que “no es solamente crear políticas para ellos sino con ellos. El niño, la niña y el adolescente son sujetos de derecho y su voz debe ser tenida en cuenta”.
Se desarrolló un ciclo participativo en todos los municipios del departamento, que incluyó aportes de organizaciones de la sociedad civil, centros educativos, comisiones vecinales, concejos municipales, alcaldes y alcaldesas. “Eso nos ha permitido construir una hoja de ruta para el departamento sobre las principales prioridades para las infancias y adolescencias en Canelones”, afirmó Garrido.
Políticas públicas impulsadas
Consultada sobre las políticas implementadas para atender estas necesidades, Garrido señaló que “una de las políticas sin lugar a dudas ha sido el eje de la participación, como el Municipio de Niñas y Niños, donde se forma un concejo que aporta sobre lo que quieren para su comunidad”. Además, resaltó el trabajo en inteligencia emocional y convivencia: “desarrollamos talleres en distintos puntos del departamento trabajando sobre el buen trato y la convivencia”. Entre las estrategias mencionó también el proyecto Participando Ando, “que genera desde distintas grupalidades del departamento aportes para la construcción de ciudadanía”.
A estas acciones se suma el trabajo interinstitucional para fortalecer las trayectorias educativas: “acompañamos a ese adolescente o ese niño que, por distintos motivos, tiene mucho ausentismo en los distintos nodos educativos. También apoyamos a las familias cuando enfrentan dificultades para acceder a servicios sociales”. Garrido destacó asimismo el programa De Barrio en Barrio. “Es un programa que permite el trabajo educativo y el seguimiento en merenderos y centros barriales. Allí concurren niños que a veces presentan mayores dificultades o simplemente necesitan un espacio donde jugar y expresarse. A partir de esa integración trabajamos con las familias en pautas de crianza no violentas, en la importancia de la asistencia a clases y en los controles de salud y vacunación”, puntualizó.
Evaluación y desafíos
Sobre la evaluación general de estas políticas, Garrido señaló que “tenemos que estar mucho más cerca realmente, tanto la sociedad civil organizada y los profesionales que trabajan con niños y adolescentes hacen muchísimo todos los días”. Finalmente, destacó el principal desafío hacia adelante: “se necesita todavía tomar mucho más conciencia de la importancia que tienen estos niños y adolescentes, que son el futuro del país, y de cómo tenemos que formar comunidades que protejan su desarrollo”.