El enoturismo: un turismo alternativo que está en pleno desarrollo en Canelones

Canelones ofrece una variedad muy amplia de atractivos turísticos para disfrutar durante todo el año. No sólo se destaca por su turismo de sol y playa, camping con vista al río, estancias rurales o turismo cultural y patrimonial, sino que además cuenta con un atractivo que está en pleno desarrollo: el turismo enológico.

Más del 60 % de las bodegas del país están ubicadas en Canelones, mientras que el 62 % de las que realizan enoturismo en Uruguay se encuentran en el departamento y son visitadas durante todo el año por turistas locales y extranjeros.

Las bodegas canarias cuentan con propuestas que apuntan a despertar los sentidos a través de visitas guiadas, que permiten conocer el proceso de elaboración del vino, catas, paseos por los viñedos, participación en la cosecha y poda de la vid; además de las degustaciones de sus vinos y platos típicos del país.

A su vez, las bodegas turísticas de Canelones se caracterizan por su tradición familiar y la herencia de conocimientos traídos desde el viejo mundo por los inmigrantes, transmitidos de generación en generación. Esto le da una impronta diferente a las propuestas, ya que el visitante es recibido y atendido por sus propios dueños, generando un involucramiento en sus tradiciones y costumbres.

Omar Moizo, propietario de Bodega Moizo, es la cuarta generación de una familia dedicada a la vitivinicultura. La bodega, ubicada en Progreso, data del año 1954 y desde el año 2014 se dedican al turismo enológico, además de la producción y distribución de vinos.

“Esta es una propuesta netamente familiar. Trabaja mi señora, Sonia, que también es enóloga, y mis tres hijos: Fiorella, Antonella y Lucas. Trabajamos en familia, tanto en la producción de uvas como de vinos, en la distribución y, en estos últimos años, en la recepción de visitantes en la bodega”, señaló.

Contó que la propuesta de turismo enológico es durante todo el año, pero que su fuerte es en verano, donde reciben a turistas de todas partes del mundo, además de visitantes locales.

“Los turistas disfrutan de un entorno de naturaleza, paz, pajaritos, mucho verde. La bodega es una bodega artesanal y familiar. Eso no es muy común en el resto del mundo. Entonces ese es nuestro distintivo, diferenciarse con la propuesta”, explicó Moizo.

Por otro lado, Valentina Gatti, encargada de Bodega Artesana, establecimiento ubicado en Las Brujas, contó que hace cinco años están trabajando con turismo enológico, actividad que, según dijo, “tiene cada vez más empuje en Uruguay”.

Aseguró que los turistas eligen su bodega por la tranquilidad del lugar y la atención personalizada. “Esta es una experiencia descontracturada. La gente viene y se queda dos horas y media, tres horas, disfrutando de un entorno muy lindo. Están haciendo una degustación de vinos insertos en el viñedo”, indicó Gatti.

Turistas brasileros y norteamericanos que visitaron Bodega Artesana destacaron que prefieren las bodegas pequeñas, con atención personalizada, donde pueden disfrutar más de la tranquilidad y del entorno del lugar.

“Aquí hacen cosas diferentes, combinaciones diferentes. En Brasil somos más comerciales, acá están más preocupados en hacer cosas de buen sabor, de buena calidad, y eso está bueno”, declaró Joice, turista brasilera.

“Esta bodega llamó mi atención porque las propietarias son dos mujeres. Me atrae mucho el trabajo de las mujeres, emprendedoras, mujeres auténticas, eso me atrajo. Otra cosa que me gustó es que es una pequeña bodega, no me gusta visitar grandes bodegas, sino las que tienen atención más personalizada”, explicó María Cristina, otra de las turistas brasileras.

“Es muy lindo lugar. Muy relajante, todas las personas han sido muy amables, la comida es buena y los vinos excelentes”, expresó finalmente Carol, turista norteamericana.

Estas son sólo dos de las tantas bodegas que reciben turistas en Canelones. El mayor potencial territorial del departamento se da en la zona sur de la Ruta 5. Esto se debe a que es la región que posee una mayor densidad de producción vitivinícola y, a su vez, mejor infraestructura en rutas de rápida circulación para llegar al centro de Montevideo. Además, se destaca la cercanía al puerto —al cual llegan los cruceros— y a las dos principales rutas transversales del país: Ruta 11 y Perimetral al Aeropuerto de Carrasco.

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