Con dimensiones amplias y comodidades como gradas, vestuarios y baños accesibles, la piscina de Montes del Solymar es la primera piscina pública gestionada por el Gobierno de Canelones. En la órbita de la Dirección General de Deportes, ofrece un amplio programa de actividades que abarca los meses de verano con clases de natación para todas las edades, hidrogimnasia y sesiones de piscina libre.

Integrado en el mismo espacio que el Polideportivo de Ciudad de la Costa, este punto tiende a consolidar la centralidad urbana con un enfoque deportivo según lo determinado por el Costaplan. Más que una simple infraestructura, esta piscina atrae a la población no solo de Ciudad de la Costa, sino también de la Costa de Oro, Nicolich y Paso Carrasco, evidenciando así su impacto en una comunidad que crece exponencialmente. El proyecto, que se implementa en etapas, implicó la construcción de una piscina de dimensiones semiolímpicas inaugurada en el 2016. La visión integral incluye un gimnasio cerrado, una pista de atletismo de 200 metros, un circuito aeróbico, estaciones saludables, áreas de juegos para niños y adultos mayores, canchas polideportivas abiertas y una oficina.

La plantilla del equipo docente está compuesto por 12 profesionales y técnicos, entre profesores de educación física, promotores y dos guardavidas que asisten a los usuarios en los turnos matutino y vespertino. La coordinadora de la piscina, Prof. María Belén Pereira, subrayó la repercusión positiva en la comunidad que accede a realizar deportes, tanto en la piscina como en el polideportivo, a escasos metros de distancia. Asimismo, informó que las actividades que se realizan en la piscina han trascendido el mero aprendizaje de la actividad, inspirando a las personas a emprender carreras relacionadas con los deportes acuáticos. Además, la infraestructura sirve como sede para competencias y pruebas de admisión de aspirantes a guardavidas.

Programas como Mar al alcance –liderado por el Área de Discapacidad del Gobierno Departamental y del que participan personas con discapacidad–, centros juveniles de la costa y grupos de escolares también acceden a las instalaciones, que les permiten disfrutar de jornadas recreativas y deportivas durante todo el verano. Enrique Sequeira, residente de Paso Carrasco, concurre a la piscina a tomar clases de natación desde hace tres años. Para él, la energía positiva del ambiente es fundamental a la hora de realizar actividades físicas. “Te vas con una energía brutal y encarás el día de otra forma”, manifestó. “Te van formando y dando técnicas para que vos puedas nadar y complementar tu nado. Yo no sabía nadar, fui aprendiendo y ahora estoy en un nivel medio-alto”, explicó, al tiempo que destacó la calidad de las clases de natación y la accesibilidad de los horarios, lo que proporciona una experiencia enriquecedora tanto para él como para sus hijos, que concurren en horario vespertino.

Otra de las usuarias, María José García, procedente de Chile que vive en El Pinar desde hace tres años, también elogió la piscina y el ambiente que allí se genera. “Encuentro que es superaccesible. Está buenísimo para fomentar el deporte. Para mí es lo mejor del verano”, estimó. “Hace dos años que vengo a esta piscina y me encanta, vengo toda la temporada. Esta piscina motivó a mi amiga a perder el miedo a nadar”, comentó, y resaltó la accesibilidad y la importancia de fomentar el deporte. La creciente afluencia de personas de todas las edades refleja el interés que despierta este servicio, que promueve la salud y el bienestar general en un entorno inclusivo.