En el marco del proyecto Canelón, la Comisión de Fomento de Shangrilá invitó este viernes 5 de agosto al Ing. Danilo Cabrera, el Ing. Hector Arbiza y la Ing. Vivian Severino a realizar una charla sobre frutos nativos en la sede de la Comisión.

Graciela Moreira, de la Comisión de Fomento de Shangrilá, explicó que la charla se enmarca dentro de un impulso más amplio de la Comisión por involucrar a los vecinos y vecinas de la zona en la ecología y el cuidado ambiental de distintas formas.

Con este objetivo en mente, la Comisión ha impulsado el Proyecto Canelón, un plan de reforestación que apunta a plantar mil árboles de especies nativas en espacios públicos de Ciudad de la Costa, buscando fortalecer la identidad local y contrarrestar la pérdida de vegetación causada por las recientes obras de saneamiento y pavimentación.

En preparación para el comienzo de la fase de siembra del proyecto, la Comisión de Shangrilá ha planteado una serie de encuentros con expertos en forestación, agronomía y vegetación autóctona para informar a los vecinos y vecinas y así garantizar el éxito del proyecto.

La Concejala de Ciudad de la Costa Victoria Espasandín, quien asistió a la charla, valoró que “estas instancias de capacitación son muy importantes” ya que ofrecen “herramientas que nos van a ayudar” a la hora de poner en marcha el proyecto, permitiendo “comprender, saber más y hacer mejor las cosas, alimentando este proyecto”.

En esta ocasión, la temática de la charla se centró en los principales frutos nativos de nuestro país, sus características y algunas consideraciones a tener en cuenta al momento de plantar árboles y su posterior cuidado.

Abriendo la charla, el Ing. Danilo Cabrera, quien trabaja para el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), informó que hace más de veinte años que el Instituto lleva adelante una tarea de “selección y domesticación de frutos nativos”, principalmente de Guayabo del País, Arazá, Pitanga y Guaviyu, que implica recorrer todo el territorio nacional, ubicando y documentando hallazgos de flora frutal nativa, recolectando sus semillas para plantar en colecciones y creando nuevas variedades de las plantas frutales a partir de estas últimas. “Hemos tenido la suerte de sacar tres variedades de Guayabo y ahora estamos por sacar variedades de Pitanga y de Arazá” dijo.

Sobre este meticuloso trabajo, refirió que el objetivo es “poder valorar lo que es nuestro” y que la gente conozca los frutos nativos, incorporándolos como una opción igual a cualquier otra fruta de consumo habitual. Explicó que, al poseer el pool genético de estas especies, “podemos mejorarlas en diferentes sentidos como es la conservación, el tamaño del fruto, tratar de disminuir el tema de la semilla, aprovechar el sabor” y así “poder darle una alternativa al consumidor para que los coma y al productor para producirlos”.

Sobre el proyecto Canelón, manifestó que “la verdad que me parece un proyecto muy bueno” ya que genera la oportunidad de que los vecinos y vecinas de Ciudad de la Costa se familiaricen con los árboles autóctonos y “se encariñe con ellos, los pueda adoptar y cuidar y saber de qué se tratan y qué pueden hacer con ellos, aprovechar la fruta y aumentar la biodiversidad en la zona”.

Por su parte, Severino, centró su aporte en “lo que implica el emprendimiento de ponerse a plantar una gran cantidad de individuos de este tipo de especies”, haciendo énfasis sobre tres ejes principales, relativos a la plantación y cuidados iniciales de cualquier tipo de árbol.

Estos fueron:

• La necesidad de agua de las plantas. Teniendo en cuenta que el tipo de suelo de Ciudad de la Costa presenta un gran porcentaje de arena en su composición, Severino recomendó apegarse a un cronograma de riego que brinde a la vegetación “no necesariamente mucha cantidad de agua, pero sí con mucha frecuencia” y evite un déficit hídrico importante.

• El cuidado de las heridas que se generan sobre los árboles con el uso de las bordeadoras, que muchas veces lleva a la muerte del árbol en poco tiempo.

• La selección de las especies de árboles a plantar, y planificación de sus posteriores cuidados, teniendo en cuenta “el objetivo que queremos”. La ingeniera explicó que antes de plantar, es necesario pensar de qué forma modificará cada árbol el espacio que lo rodea “por las características propias del hábito de crecimiento de cada especie”.

Por último, Severino aseguró que tanto ella como Cabrera planean seguir colaborando con la Comisión “y con este proyecto, que está buenísimo” y mencionó la posibilidad de continuar la línea de trabajo que surge a partir de esta charla, planteando para el futuro más encuentros y discusiones “sobre otro tipo de cuidado de las plantas ya un poco más grandes”.