El pasado viernes 13 de mayo, en el Centro Cultural Casa de Artigas de la ciudad de Sauce, se realizó la charla Reconstruyendo memoria: A 26 años de la Marcha del Silencio, retos y desafíos, donde Gabriel Mazzarovich, Juan Raúl Ferreira, Elena Zaffaroni y Raúl Olivera reflexionaron sobre la temática.

El moderador de la jornada fue el Director de Derechos Humanos de la Intendencia de Canelones, Carlos Garolla, que antes de comenzar habló de la importancia del mes de mayo, Mes de la Memoria, para el Gobierno Departamental, y sobre la jornada de reflexión a 26 años de la marcha del silencio. “Desde aquella primera marcha, que se realizó en mayo de 1996, hasta ahora han pasado muchas cosas, ha habido avances en materia de verdad y justicia y también ha habido retrocesos. Y el propósito de este conversatorio, con un panel destacado de personas que vienen militando en estos temas desde hace muchos años, es aportar a esa discusión, a una reflexión sobre los retos y los desafíos que están planteados”, sostuvo.

En este sentido, aseguró que el Gobierno de Canelones está comprometido con el tema de memoria, verdad, justicia y nunca más al terrorismo de Estado. “En el departamento existen más de 90 espacios conmemorativos vinculados a la memoria reciente; tenemos el nomenclátor de varias calles del departamento con los nombres de muchos detenidos desaparecidos; dos circuitos de la memoria: uno en Salinas y otro en Ciudad de la Costa; contamos con una página web que se llama Memorias de mi pueblo, donde hay mucha información sobre todos estos espacios que tenemos en el departamento”, informó Garolla. Además, contó que en la Intendencia tienen una forma de trabajo con los grupos de Derechos Humanos del departamento, que se reúnen cada seis meses para diseñar políticas públicas en esta materia y contribuir a la elaboración de una memoria colectiva.

La importancia de la Marcha del Silencio

Los panelistas del conversatorio hablaron de la importancia de reflexionar y recordar esta fecha. Gabriel Mazzarovich, periodista, militante por los Derechos Humanos y dirigente del Partido Comunista de Uruguay, indicó que fue una jornada muy interesante porque estuvo enmarcada en el movimiento nacional hacia el 20 de mayo, fecha con una significación nacional inmensa. “Esta es una de esas fechas que integran el calendario por decisión popular, es fecha patria por decisión nuestra y eso vale mucho más que cualquier cosa. Es una fecha de una significación enorme en la historia y en el presente. Es un día de reafirmación democrática, de lucha por la verdad y la justicia y, por lo tanto, todas las cosas que se están haciendo en el país ayudan a que este tema esté fuerte y firme”, sentenció.

Por su parte, el escritor, político y periodista uruguayo Juan Raúl Ferreira aseguró que no hay mejor lugar que el Centro Cultural Casa de Artigas de Sauce, rodeado de historia, para pensar sobre este tema. “Creo que la marcha del 20 de mayo de este año, después de dos años de pandemia y de otras cosas que han ocurrido, va a ser muy impresionante. Es una demostración de cómo la sociedad civil organizada tiene una capacidad de convocatoria que fortalece las democracias. Creo que hay un gran secuestrado que tenemos que rescatar que es la verdad histórica, ese es el gran tema que está arriba de la mesa”, remarcó.

En este sentido, Elena Zaffaroni, integrante de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos, reflexionó que las marchas han visibilizado este tema por todo el país y sostuvo que es un compromiso que va más allá de los y las familiares: “Es un abrazo que tenemos en esta causa muy importante, sin banderas partidarias; es una causa por verdad, justicia, memoria y por encontrar los cuerpos de nuestros desaparecidos, una verdad que sigue faltando, que necesitamos como sociedad para cerrar esa etapa de terrorismo de Estado”.

A su vez, Raúl Olivera, integrante de la Comisión de Derechos Humanos del PIT-CNT, enfatizó la importancia de la marcha para las nuevas generaciones y de historiar desde dónde partimos. “Esta primera marcha, en el año 1996, ocurría en un escenario muy especial del Uruguay: habíamos salido de la derrota del voto verde, donde pretendimos anular la Ley de Caducidad, donde en Uruguay existía una política neoliberal, donde se forzaba al olvido. El recorrido de estos 26 años ha significado que la ciudadanía lo tome y los poderes del Estado también. La ciudadanía tiene que empoderarse de los avances conseguidos para que no haya retrocesos en el futuro”, concluyó.