Se realizó el octavo Festival de Jazz de la Costa el fin de semana

El pasado fin de semana en el Parador Arenas de la bajada 20 de la playa de Solymar, se desarrolló el octavo Festival de Jazz de la Costa, con la presencia de múltiples grupos, artistas locales y nacionales.

Desde el año 2014 se realiza este festival de jazz –el primero que surgió en Canelones– a raíz de la iniciativa de bandas amigas, con el objetivo de difundir este género musical y propiciar lugares para que los grupos puedan presentarse en vivo.

Pablo Saquieres, organizador del evento, recordó que el primer festival se realizó en el hall del Centro Cívico, en el Shopping Costa Urbana, y que “tuvo una buena respuesta tanto del grupo de trabajo que se formó como del público y después, año tras año, lo fuimos siguiendo y ya se volvió un objetivo anual conservarlo”.

Saquieres indicó que se eligió el espacio del Parador Arenas para realizar el festival por su locación céntrica en la ciudad y por la “sinergia de trabajo que se genera con el equipo del parador y con el equipo del festival”. Para llevar a cabo el evento, explicó que contaron desde un inicio con el apoyo del Gobierno de Canelones y del Municipio de Ciudad de la Costa, así como de los músicos que siempre están dispuestos a participar.

“En este festival tenemos ocho bandas, son tres días y es todo un desafío coordinarlo, que coincidan los grupos, poder tener la equipación necesaria disponible, hay un montón de cosas que se hacen con mucha voluntad y que si bien se van aceitando año a año, hay mucho para mejorar con respecto a los tiempos”, puntualizó.

Crecimiento del jazz en Canelones

Para Saquieres la respuesta del público ha sido muy buena desde los inicios del festival, inclusive el año pasado que se realizó el evento durante la pandemia, con aforo reducido y protocolos especiales. “Año a año va mejorando, también por lo general la respuesta en las redes sociales es muy buena, la gente pide que se haga y nos da su opinión con respecto a las locaciones, a la cantidad de bandas, hay una buena respuesta”, expresó.

Sobre el crecimiento del jazz en Canelones, el organizador comentó que en noviembre se concretó un concierto en el Complejo Cultural Politeama que contó con la participación de grupos de otros dos festivales de jazz que se realizan en el departamento: el de Las Piedras y el de La Floresta. “Ya se está empezando con la mentalidad de hacer cosas en conjunto, hicimos un lanzamiento en el Politeama el 11 de noviembre pasado, participó una banda de cada festival y fue la excusa para tener una acción coordinada con el objetivo de tener un circuito, en el cual puedan trabajar los artistas de jazz del departamento”, manifestó.

Asimismo, destacó que el desarrollo de este género viene aumentando con el surgimiento de estos dos nuevos festivales. “En el 2014 cuando arrancamos no había ningún festival en el departamento, ahora ya hay tres, el nuestro ya tiene ocho años consecutivos, creo que de a poco se va generando una escena bastante potente que va mejorando, teniendo en cuenta que tampoco es un estilo masivo como podrían ser otros”, concluyó.

La mirada de los músicos

Andrés López, músico de un dúo de jazz junto a Federico Vaz, informó que participa del Festival de Jazz de la Costa por sexta vez. En ediciones anteriores lo ha hecho también con la banda The Walk In. El dúo que conforma junto a su amigo Federico es reciente y tras la pandemia vieron la oportunidad de tocar juntos en esta modalidad. “Por ahora estamos más que nada tocando jazz, standards, pero también estamos componiendo nuestros temas para poder salir con canciones propias y organizando algún toque por afuera”, afirmó

Sobre el lugar que tiene el jazz en Ciudad de la Costa, López consideró que se han generado jams (encuentros de improvisación musical) en distintos lugares, donde pueden participar diferentes músicos, lo que ha facilitado su crecimiento. Explicó que “antes había una movida grande de reggae acá en la vuelta, el Costa Reggae, y ahora se está abriendo un poco eso también, hay toda una movida de trap y de jazz, de candombe, que más allá de los tambores que se juntan a tocar hay bandas que hacen este género”.

En este sentido, opinó que el jazz no es un estilo que sea muy escuchado por los uruguayos, como el rock o la cumbia, pero que, sin embargo, “hay todo un núcleo de gente –como hay gente que escucha música clásica acá en Uruguay– que escucha jazz y va a ver jazz”. Puso como ejemplo el festival Jazz a la Calle que se realiza en Mercedes todos los años.

Acerca del género, dijo que lo más lindo que tiene es la improvisación: “hay como una estructura fija donde uno hace el tema, que dura poco, y después toda una improvisación en el medio y se vuelve a la estructura. La improvisación es como la naturaleza misma del estilo, está bueno por la espontaneidad que tiene”.

Asimismo, López comunicó que a nivel nacional falta infraestructura para la música y la cultura pero que afortunadamente se van construyendo espacios como los de este festival: “creo que es la gente misma que los genera y se los apropia; este es un evento que cuando empezó éramos muchos menos y después cada vez fuimos más bandas y nos presentamos en mejores lugares”.

Por su parte, Cecilia González conforma junto a Erika González un dúo de jazz que fusiona flamenco y música latinoamericana. “Erika toca la guitarra y yo canto, la mayoría del tiempo, a veces hacemos alguna otra cosa pero la esencia del dúo es esa. Ella toca la guitarra flamenca, estudió en España, entonces trajo toda esa data del flamenco que a mí me encanta; un poco lo fusionamos con música más latinoamericana, con cosas que yo ya estaba cantando”, aseveró.

Sobre estos encuentros, González sostuvo que “siempre es lindo recibir una invitación a cualquier espacio para compartir música. Nosotras somos de Montevideo, nos encanta que nos inviten a tocar a lugares que no hemos ido, con público nuevo, y venir a la costa siempre es un placer”.

La artista estimó que detrás de estos eventos hay una gran infraestructura y organización que los hacen posibles. “No es solamente los artistas que estamos arriba del escenario, muchas veces hay un eslabón de la cadena que a veces no está bien articulado y en general las personas que organizan estos eventos lo hacen con los recursos que hay, poniendo lo mejor”, lo que aseguró que tiene un gran valor y destacó la importancia de “poder estar y difundir estos espacios, que ojalá crezcan y que cada vez puedan ser más masivos, en mejores condiciones, con más público, con más accesibilidad”.

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