En el marco de la Semana de la Convivencia, organizada por la Dirección de Seguridad y Convivencia del Gobierno de Canelones en coordinación con otras direcciones del Gobierno Departamental, se desarrolló el conversatorio La convivencia, perspectivas desde la educación y el trabajo, en la Sala Beto Satragni del Complejo Cultural Politeama.

Esta actividad contó con la presencia del Intendente de Canelones, Yamandú Orsi, el Secretario General del Gobierno de Canelones, Francisco Legnani, la Pro Secretaria, Silvana Nieves, el Director de Seguridad y Convivencia, Nicolás Guillenea, el Director de Educación y Trabajo, Jorge Repetto, el sociólogo Gustavo Leal, el sindicalista Richard Read y la docente Mónica Franco.

El Intendente Orsi manifestó que en materia de seguridad “hay una tendencia a simplificar y a no entender que el problema de la violencia y del delito tiene una complejidad gigante”. En este sentido, subrayó que para abordar la temática de la seguridad hay que hacerlo de una forma multidisciplinar y se debe, también, hablar de educación, trabajo y, sobre todo, justicia. “La seguridad es un derecho humano y la convivencia es una estrategia”, opinó Orsi, y reiteró que la consigna debe ser “no simplificar la cuestión: se debe hablar de cárceles, educación, trabajo, familia, valores y de cómo el Estado ocupa los espacios que tiene que ocupar”.

Educación y trabajo como herramienta para propiciar la convivencia

El dirigente sindical Richard Read afirmó que la construcción de sociedad pasa, esencialmente, por el empleo y la educación, y vinculó esto con la lucha contra la inseguridad que, según él, “se combate con educación y empleo”. Además, Read agregó un elemento más: la cárcel, al tiempo que dijo que el 27 % de las personas privadas de libertad en Uruguay no culminó la escuela primaria. Sobre esto, se preguntó cómo este sector de la población consigue trabajo sin un trayecto educativo formal básico terminado y con la experiencia de ser ex-preso. “Hablar de una reforma educativa sin hablar de una reforma de cárceles es pan para hoy, hambre para mañana”, sentenció el sindicalista.

Asimismo, Read hizo énfasis en la importancia del trabajo en conjunto entre los diferentes actores políticos y sociales. “Hay que apostar al diálogo, a la conversación, a intercambiar, porque todos tenemos responsabilidad de esta realidad de hoy”, aseguró, y agregó que “hay que hacerse cargo, pero creo que se sale con propuestas que ayuden a que, desde todos los sectores, podamos aunar esfuerzos para que tanto el empleo, la educación, como la construcción de sociedad sean algo que pueda concretarse y que las nuevas generaciones puedan vivir en un mejor Uruguay que el que vivimos hoy”.

En tanto, el sociólogo Gustavo Leal disertó bajo la consigna de la educación y el trabajo como un paradigma de inclusión social y desarrolló varias aristas en relación a este tema. El sociólogo reflexionó sobre si el trabajo y la educación, en determinados contextos sociales, siguen siendo un camino razonable, posible y deseable para un sector de la población, y explicó que se suele pensar que el delito es consecuencia del fracaso en el sistema educativo y en el mundo del trabajo, pero concluyó que “esa es una mirada equivocada” porque, en muchos casos, “la incorporación al mundo del delito es temprana, es previa al ingreso al mundo del trabajo”. Leal consideró que existe una lógica disonante entre el sistema educativo, las instituciones y la realidad de algunos sectores vulnerables de la sociedad y que “si las instituciones no cambian los diseños, no van a poder entenderse nunca”.

Por su parte, la docente Mónica Franco sostuvo que a la hora de hablar de educación y cruzarla con la convivencia, hay que contextualizarla históricamente, ya que las instituciones educativas no ocupan el mismo lugar actualmente que décadas atrás, por ejemplo. Al respecto, la docente indicó que cuando se piensa en educar y en convivencia, aparece más que nunca la necesidad de que exista un espacio en el que, efectivamente, los sujetos se encuentren con algo que no sea el ámbito familiar, el valor familiar, sino aquello que la sociedad, en un determinado tiempo histórico, ha decidido que sea lo común. “Pensar en convivencia tiene que ver con que podamos habitar un espacio donde cada uno de nosotros nos reconozcamos en el otro y donde, más allá de las diferencias, encontremos un algo común que hace que el otro aparezca para mí como un semejante”, enunció, y sentenció que “no hay alternativa: eso hay que construirlo, con eso no se nace, es una construcción histórico-social y es necesario que efectivamente existan instituciones encargadas de construir ese espacio de lo común”.