Las ciudades frente al desafío del desarrollo sostenible en contexto de pandemia y cambio climático

El Gobierno de Canelones, como coordinador de la Unidad de Ambiente y Desarrollo Sostenible (UTADS) de Mercociudades, participó en el evento Sostenibilidad urbana y la pos pandemia. Nuevos desafíos y oportunidades para las ciudades, organizado por Mercociudades.

A partir de un trabajo participativo de las ciudades que integran Mercociudades, la Unidad Temática de Ambiente y Desarrollo Sostenible, las ciudades de Esteban Echeverría (Argentina), Canelones y Sao Leopoldo (Brasil) propusieron un espacio de trabajo y reflexión en torno a los nuevos desafíos y oportunidades que la pos pandemia plantea a las ciudades y gobiernos locales en la región. Este espacio se realizó en el marco de las jornadas de intercambio Sostenibilidad urbana y la pos pandemia. Nuevos desafíos y oportunidades para las ciudades, organizadas por Mercociudades.

Durante la instancia de trabajo cada una de las ciudades participantes –Canelones junto a Santa Fe, Argentina, y Peñalolén, Chile– hizo una breve referencia respecto de las acciones ambientales que se vienen desarrollando en cada una de las localidades, exponiendo las lecciones aprendidas, los desafíos y las estrategias a desarrollar hacia la construcción de ciudades resilientes. En este marco, y a modo de seguir avanzando en una hoja de ruta común, la UTADS elaboró una síntesis de trabajo, a partir de las siguientes preguntas:

Una de las primeras preguntas planteadas en la sala de trabajo fue cuáles son las principales lecciones que nos aporta esta pandemia.

A partir de los aportes de las ciudades participantes se llega a plantear que la pandemia no puede incrementar más aún la crisis climática que vivimos. En contexto de pandemia por COVID-19, las comunidades vulnerables son las más afectadas por las crisis, ya sea económica, climática, social o, en este caso, sanitario. El sistema de desarrollo latinoamericano actual no está preparado para afrontar una crisis de estas características. La pandemia ha sido una prueba de cómo vamos a enfrentar cuando se desate la crisis climática.

Como síntesis, las ciudades concluyen que el rol de los Estados en el desarrollo de políticas públicas con participación social es fundamental para responder a la justicia socioambiental, y velar por el cuidado de las comunidades.

La situación de pandemia evidenció la necesidad de trabajar sobre la estrategia de resiliencia, lo que implica un cambio de paradigma, replanteándonos cómo abordamos las problemáticas ambientales.

En segundo lugar, desde la realidad de cada una de nuestras ciudades, ¿cuáles son los principales desafíos para asegurar un desarrollo basado en principios de sustentabilidad?

En cuanto a desafíos, los municipios deben responder a necesidades básicas e inmediatas, compitiendo con escenarios climáticos no percibidos como urgentes. Ante este escenario se plantea que es clave fortalecer los equipos, generar mayor resiliencia dentro de la comuna para que el impacto no sea catastrófico. Se plantea además la necesidad de fortalecer los sistemas de salud, los sistemas de respuesta, fortalecer la comunicación con la comunidad y establecer mecanismos para responder frente a las necesidades básicas primarias, sin abandonar la gestión ambiental como parte de la política pública. Es clave responder a todas las crisis de manera paralela y coordinada.

Las soluciones basadas en la naturaleza resuelven problemáticas sociales de manera beneficiosa para la biodiversidad.

    Finalmente, frente a este escenario, ¿cuál debería ser la estrategia a desarrollar para fortalecer capacidades y generar resiliencia urbana en nuestra región?

    A nivel local, las ciudades plantean que dentro de las estrategias se deberían fortalecer las capacidades institucionales, construyendo alianzas con otros actores públicos y privados, generando proyectos de impacto social que repercutan en el medio ambiente, mejorando la economía a través de incentivos del comercio local, potenciando la economía circular.

    Existe incertidumbre sobre los escenarios climáticos, lo que dificulta la toma de decisiones, pero los efectos impactan no sólo a los ecosistemas, sino también a las comunidades humanas. Asumir compromisos y desafíos con la información que ya existe es clave, respondiendo de manera preventiva para cuidar la biodiversidad y evitar grandes desastres asociados a la pérdida de resiliencia y eventos climáticos extremos.